Los Cavaliers comenzaron la final de la NBA con el pie cambiado y ya van por detrás en la eliminatoria. Ayer cayeron en el Oracle (104-89) ante unos Warriors atípicos que no tiraron de sus mejores hombres, como es habitual, para desnivelar el choque.
Curry y Thompson aportaron 20 puntos entre los dos, los mismos que consiguió el suplente Livingston, que con un ochenta por ciento de acierto en tiros de campo tiró del carro. Le secundó Iguodala, que también salió desde el banco para anotar 12 puntos, a los que sumó 7 rebotes y 6 asistencias. Además, fue víctima de una agresión en sus partes nobles por parte de Dellavedova. Ahí, en ese enfado, se cimentó la reacción de los de Golden State.
En los Cavaliers brillaron Lebron James, que rozó el triple doble (23+12+9) e Irving, autor de 26 puntos. Sin embargo, la final ha comenzado de la peor forma posible para la franquicia de Cleveland.
