El reto del ascenso de categoría

El reto del ascenso de categoría

Lógico deseo personal, coherencia de competición.

Ha llegado a su fin la liga femenina provincial de Ourense, de la que ha resultado campeón el Cartelle FSF. El campeonato trae consigo, además, el derecho a subir de categoría; concretamente a la Liga Gallega Autonómica, que engloba a toda la comunidad autónoma.

Me gustaría que el vencedor ejerciese su derecho a subir de categoría, algo que no siempre hacen los equipos con el derecho que se han ganado. En una categoría de 16 equipos repartidos por toda la comunidad autónoma, con solo dos ourensanos, con que no se ejecuten estos derechos difícilmente saldremos de ese ridículo porcentaje provincial. Ello acarrea, por extensión, más desplazamientos lejanos y más costes a los equipos ourensanos que compiten en la categoría, lo que a la hora de decidir esos ascensos supone un lastre importante. Mientras se siga renunciando a esos ascensos seguiremos en esa tesitura.
Por otra parte, renunciar a una parte del premio por el que se ha competido (ser campeón y ascender), desvirtúa ese esfuerzo. Y más se desvirtúa la categoría provincial la próxima temporada, donde competiría un equipo que no debería formar parte de ella, ya que le correspondería jugar en una categoría superior, al tiempo que se desvirtúa la categoría autonómica, donde faltaría un equipo que debería estar.
Así pues, ánimo, enhorabuena al vencedor final, que lo disfrute primero y, a continuación, que dé el paso del ascenso. Primeramente por el bien de la propia esencia del deporte, segundo por el bien del deporte ourensano y tercero por la justicia competitiva del futuro.