Luis Suárez: Feo, fuerte y letal

Luis Suárez: Feo, fuerte y letal

“No vine aquí para hacer amigos pero sabes que siempre puedes contar conmigo”. El inicio del “Feo, fuerte y formal” de Loquillo y los Trogloditas podría ser, perfectamente, la carta de presentación de Luis Suárez, delantero del Fútbol Club Barcelona. Tal vez, para cuadrar el círculo, cabría añadir ‘letal’ a la fórmula.

Porque Suárez es feo (en el sentido futbolístico). Sus movimientos no tienen nada que ver con los armoniosos de sus compañeros Messi o Iniesta, o con los virtuosos de Neymar. Suárez está hecho de otra pasta. No le importa golpear el balón de puntera, tropezarse cuatro veces o que la camiseta, talla M, anuncie una barriguilla que acabaremos de descubrir en cuanto cuelgue las botas. Ni verlo correr es bonito, ¡pero cómo juega!

También es fuerte, eso es indudable. Lo es en lo físico y también en lo mental. Su actitud ante cualquier acción es afrontarla como la última y eso le da ventaja con respecto a sus rivales. Siempre está metido en el partido, corrigiendo compañeros y esperando su momento para ir a la guerra frente a quien sea. Cualquier marcador sabe que, gane o pierda la batalla con el uruguayo, le va a salir cara.

Y, por supuesto, es letal. Ayer lo dejó claro en A Coruña. Vive permanentemente agazapado, a la espera de su momento. Entonces, con un sprint, un empujón a un rival, un amago o un control orientado… ¡ZAS! Ya te la ha liado. En Riazor lo hizo hasta en cuatro veces y regaló tres asistencias a sus compañeros. Es el primer futbolista del Barcelona que consigue semejante cosa.

Esta temporada suma 49 goles, algo que en toda la historia del club azulgrana solo había logrado un tal Messi. Además, es el máximo asistente de la Liga (16). No sale a jugar para hacer amigos (y no los hace) pero sus compañeros siempre pueden contar con él.

Artículos relacionados