Davids, el jugador de las mil y una gafas

Las gafas son, sin duda, el rasgo más característico del ya retirado futbolista Edgar Davids. Las tenía en todos los colores y las solía llevar pegadas a la cara, como si de un antifaz se tratase. No eran gafas de sol, como muchos en un primer momento pensaron. Tampoco una moda. Eran unas lentes especiales que pronto se convirtieron en todo un reclamo publicitario para marcas deportivas como Nike, que vieron en ellas una oportunidad de negocio.

Davids no pasaba desapercibido sobre el terreno de juego. Por su look (con rastas en el pelo y sus gafas especiales) pero, también, por su poderío en el centro del campo. Fue todo un referente en equipos como la Juventus, el Inter de Milán o el Fútbol Club Barcelona y, también, una pieza clave en la selección holandesa de finales de los noventa.

Pero sus problemas de vista a punto estuvieron de tirar por tierra su carrera deportiva. En el año 1999 le diagnosticaron glaucoma, una enfermedad que, incluso, le podía dejar ciego. Pero una exitosa operación le permitió seguir jugando. Eso sí, tuvo que hacerlo con unas gafas especiales. Unas lentes que le permitían tener una visión normal de lo que ocurría sobre el terreno de juego.

Desde entonces hasta el 2013 (año de su retirada) no se separó de sus gafas, haciendo de ellas toda una seña de identidad. Hoy, Edgar Davis cumple 41 años.